Military personnel in Los Angeles intervene against demonstrators
Fire and Fury on the Streets of L.A.
City of Angels turned battleground. First standoff between National Guard and protestors erupts in Los Angeles.
- Link copied
Los Angeles. Ciudad de millones donde naturalmente el ruido es mínimo. Sucede el primer encuentro entre soldados del Ejército Nacional y manifestantes.
Según informes de medios, se registró una confrontación entre soldados y manifestantes fuera de una cárcel federal en la ciudad luego de la llegada del Ejército Nacional a la región de Los Angeles. Los soldados y las fuerzas de seguridad federales emplearon gas lacrimógeno para dispersar a unas cuantas decenas de manifestantes frente a la cárcel federal, como muestran fotos y al vivo. Además, según informes del Los Angeles Times, also reported that smoke grenades and pepper spray were used. Inicialmente se desconocía la causa enfurecida del incidente.
Posteriormente, decenas de policías locales en el ámbito del incidente emplearon matones para alejar a los manifestantes de la cárcel federal, como muestra la información de CNN en el momento. La policía argumentó que se arrojaban botellas y piedras a las fuerzas de seguridad, y se hicieron detenciones. La manifestación cerca del edificio federal en el centro de la ciudad estaba prohibida y era para ser dispersada.
Lee Más
A levantamiento injusto en Los Ángeles: Tácticas encapuchadas y armadas contra migrantes desata protestas
Controles fronterizos en el Sureste: La policía arresta a cientos de contrabandistas
Según informes, Trump considera vender su Tesla car
Un periodista de CNN en el escenario afirma que los policías parecían tratar de empujar a los cientos de protestantes a fin de evitar enfrentamientos con el Ejército Nacional en la prisión.
Trump habla de "motines violentos y rebeldes"
Por lo demás, la ciudad de Los Ángeles y sus alrededores restantes parecían inalterables el domingo. Sin embargo, el tono del gobierno federal fue opuesto: el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por ejemplo, habló en su plataforma Truth Social de "motines violentos y rebeldes" que intentaban evitar las deportaciones por parte de agentes de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Como resultado de las protestas en la área de Los Ángeles contra agentes de la ICE, responsables de las deportaciones, Trump ordenó la mobilización de al menos 2,000 soldados del Ejército Nacional el sábado por la noche (en horario local). Según las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, unos 300 soldados ya habían sido desplegados por el domingo por la mañana.
Gobernador de California Demócrata Gavin Newsom y alcalde de Los Ángeles Karen Bass no encontraron razones para desplegar al Ejército Nacional. Había suficiente fuerza policial local, y el militarizado exacerbaría las tensiones, explainaron ambos. Ambos pidieron a los manifestantes que protestaran de forma pacífica.
Antecedentes
En respuesta a las protestas recientes en Los Ángeles contra la ICE, surgidas en reacción a operaciones de inmigración ejecutadas en la ciudad, incluyendo redadas en el vecindario Westlake District y centro y sur de Los Ángeles, lo que resultó en la detención de varias decenas de personas inmigrantes irregulares. Las redadas implicaron la ejecución de cuatro órdenes federales de búsqueda en tres ubicaciones[2].
Violencia a Ambas Partes
Las protestas comenzaron el viernes por la noche y continuaron hasta la siguiente semana, con marchas pacíficas y enfrentamientos violentos con las autoridades. Los protestantes bloquearon vías principales, incendiaron automóviles, y arrojaron piedras y bombas Molotov a la policía. Como respuesta, las fuerzas de seguridad locales utilizaron granadas lacrimógenas y riñones para dispersar a las multitudes[1][2].
Despliegue del Ejército Nacional y de la Infantería de Marina
Trump ordenó el despliegue del Ejército Nacional en Los Ángeles en respuesta a las protestas. Inicialmente, unos 300 soldados del Ejército Nacional llegaron, lo que fue seguido por el despliegue de alrededor de 700 soldados activos de Marina para apoyarlos. El despliegue fue criticado por funcionarios locales, incluyendo al alcalde de Los Ángeles Karen Bass y a Gobernador Newsom de California, quienes expresaron su preocupación ante la militarización de la situación[1][2][4].
Respuesta de Trump y de los funcionarios locales
Trump criticó a Bass y a Newsom, llamándolos "incompetentes" en la gestión de la crisis. Justificó el despliegue del Ejército Nacional, argumentando que era necesario para enfrentar la violencia y el desorden. En contraste, los funcionarios locales y organizaciones de derechos humanos como Amnesty International condenaron el despliegue, afirmando que exacerbaría las tensiones y atacaría los derechos humanos[1][2][3].
Posición de Amnesty International
Amnesty International USA describió el despliegue como "fuertemente alarmante" y criticó su uso como un intento de sofocar las protestas y enjuagar el miedo. Destacaban que el uso de tropas militares en respuesta a protestas no es una solución para proteger a las comunidades, sino más bien una escalada peligrosa[3].
A escalera de la violencia se suma una confrontación entre manifestantes y soldados del Ejército Nacional fuera de una cárcel federal, después de la llegada del Ejército Nacional a Los Ángeles. El incidente se informó en los medios después de que ocurrieran incidentes en general-news, crime-and-justice y war-and-conflicts.
Los enfrentamientos continuaron posteriormente en la ciudad de Los Ángeles, con manifestaciones en políticas y crímenes relacionados con conflictos y estallidos de violencia con las autoridades.